Terrorismo laboral en volaris

Volaris, en su corta historia, ha crecido para convertirse en la aerolínea más grande de México. Sus bajos precios hacen posible que miles de mexicanos se transporten por aire y dejen atrás los largos y cansados viajes en camión. Para muchos, es una aerolínea puntual, profesional y útil, que innova con nuevas rutas y productos únicos como su pase anual para vuelos ilimitados. Para otros, es una empresa con muchas áreas de mejora, como el servicio en aeropuertos, el manejo de operaciones irregulares y las sobreventas. Sin embargo, hasta fechas recientes no habíamos tenido información sobre cómo los mismos empleados valoran a su empresa. Ante la falta de noticias, se podía presumir que las relaciones empresa-colaborador eran sanas, sin embargo, la realidad parece ser muy diferente. Por lo menos para el grupo de sobrecargos, quienes, a pesar de contar con el respaldo de un sindicato (ASSA), parecen estar desamparados ante una serie de prácticas ilegales y abusivas por parte de la empresa. La situación ha escalado hasta el grado de que dicen estar viviendo terrorismo laboral en Volaris, pues quienes han alzado la voz han sido amenazados, castigados y hasta perdido su empleo.

Represión y castigo a quienes demandan condiciones laborales justas

En el mundo laboral, es crucial que los empleados sean tratados con justicia y respeto. Lamentablemente, en el caso de los sobrecargos de Volaris, se han reportado una serie de prácticas preocupantes que constituyen lo que algunos denominan ‘terrorismo laboral en Volaris’. Se reporta que en recientes fechas, más de 500 sobrecargos fueron separados de su puesto por organizar un paro de labores en demanda de respeto a las condiciones laborales pactadas. Es decir, el paro propuesto para el 2 de junio no tenía como objetivo demandar nuevas o mejores condiciones, simplemente el respeto a lo ya establecido en el actual contrato y en la legislación aplicable. Entre las inconformidades de los sobrecargos se encuentran las siguientes:

  • Cambio de roles de trabajo hasta 15 veces por mes que no se adecuan a los requerimientos establecidos en la ley que establece descansos obligatorios.
  • No se respeta el número de horas límite en vuelo efectivo, una medida establecida para no afectar la salud de los sobrecargos y pilotos.
  • Jornadas de trabajo de hasta 13 horas.
  • Retrasos en el pago de los viáticos.
  • Presiones para vender productos incluso cuando hay turbulencias durante los vuelos.
  • Regalar obsequios a tripulantes en un mes (vasos de café, chocolates y golosinas) que los trabajadores deben acompañar de notas y pagar con sus recursos.
  • Creciente clima de temor entre los sobrecargos.

Creciete clima de temor entre los sobrecargos

La problemática laboral en Volaris y los despidos masivos tienen implicaciones que van más allá de los empleados directamente afectados, pues generan un clima de incertidumbre y temor entre los empleados de Volaris. Estos eventos ponen en evidencia la falta de garantías y protecciones laborales en el sector de la aviación y resaltan la necesidad de establecer regulaciones más sólidas para prevenir abusos y asegurar condiciones laborales justas y seguras.

Es importante señalar que, además de los despidos masivos, los trabajadores de Volaris que han expresado su inconformidad también han enfrentado represalias de diferentes formas. Estas represalias pueden manifestarse en cambios de asignación de rutas, reducción de horas de vuelo, cambio de base o incluso en la asignación de tareas menos deseables.

Cambio de base como represalia

Una de las represalias utilizadas por la empresa es el traslado constante de los sobrecargos de una base a otra. Una práctica que según varios sobrecargos ya venía utilizándose como castigo a algunos por diversos motivos y que ahora también es utilizado contra los demandantes de mejores condiciones. El que un sobrecargo sea asignado a una nueva base implica la pérdida de estabilidad y la dificultad para establecer una vida personal y profesional equilibrada.

Además, la administración de Volaris ha tomado medidas drásticas, como dejar en tierra a los sobrecargos o bajarlos de nivel, lo que resulta en una disminución de su remuneración.

Evaluaciones Hostiles

Otra cuestión problemática que los sobrecargos ven como una práctica de terrorismo laboral en Volaris es el proceso de evaluación al que se someten. Aunque reconocen que en este caso no obedece tanto a una represalia por parte de la empresa, sino que es una manifestación de un ambiente laboral tóxico y opresivo entre los propios compañeros sobrecargos.

Estas evaluaciones son realizadas por otros sobrecargos de mayor jerarquía, pero no siguen un estándar claro y objetivo. Esto significa que el evaluador tiene un amplio margen para preguntar cosas muy fáciles o extremadamente difíciles, dependiendo de su estado de ánimo o personalidad. Esta falta de transparencia y uniformidad en las evaluaciones genera un ambiente de incertidumbre e injusticia para los sobrecargos, quienes no saben con certeza cómo serán evaluados y qué consecuencias podrían enfrentar.

Amenazas de despido

A pesar de los bajos salarios y las difíciles condiciones laborales, es importante destacar la alta demanda de puestos de sobrecargo en Volaris. Sin embargo, en lugar de valorar y mejorar las condiciones de trabajo, la administración utiliza esta demanda como una herramienta de amenaza, insinuando que hay muchas personas interesadas en ocupar los puestos actuales si las condiciones laborales no son aceptadas. Esta práctica crea un ambiente de miedo y coerción, donde los sobrecargos se ven obligados a aceptar condiciones desfavorables por temor a perder su empleo.

Además de estas presiones, es preocupante que la empresa no proporcione a sus empleados una copia de su contrato de trabajo, lo cual es un derecho básico de cualquier trabajador. Esta falta de transparencia crea una desigualdad de poder entre la empresa y sus empleados, dejándolos vulnerables a posibles abusos y violaciones de sus derechos laborales.

Prácticas laborales ilegales y falta de transparencia

Adicionalmente, se han reportado prácticas de selección de personal prohibidas en México, como el uso del polígrafo como parte del proceso de contratación. Estas prácticas constituyen un ejemplo de lo que algunos denominan ‘terrorismo laboral en Volaris’. Es importante resaltar que el uso del polígrafo en el proceso de contratación es ilegal y va en contra de los derechos fundamentales de los trabajadores. Asimismo, la empresa lleva a cabo exámenes antidoping, lo cual también está prohibido por la legislación vigente. Estas prácticas no solo son injustas, sino que socavan la confianza y el respeto que debería existir en un ambiente laboral adecuado.

El clima laboral tóxico en Volaris no solo tiene repercusiones en el bienestar emocional y mental de los empleados, sino que también plantea serias implicaciones para la seguridad y la calidad del servicio ofrecido a los pasajeros. Las condiciones actuales, como jornadas laborales que exceden los límites permitidos, cambios frecuentes en los descansos obligatorios y presiones para cumplir con objetivos de venta en situaciones inapropiadas, son factores que pueden afectar negativamente la concentración, el juicio y la capacidad de respuesta de los trabajadores. Estas condiciones pueden aumentar los riesgos de fatiga, estrés y errores en el desempeño de sus funciones, lo cual es especialmente preocupante en un entorno tan exigente como el de la aviación.

Como podrá ver, el tema laboral en Volaris es complicado por decir lo menos. Las historias que cuentan decenas de sobrecargos afectados son solo una muestra de los desafíos y abusos que enfrentan muchos trabajadores en la industria de la aviación. Es fundamental que se tomen medidas para garantizar condiciones laborales justas, respetuosas y seguras para todos los empleados. La transparencia, la comunicación abierta y el respeto mutuo deben ser pilares fundamentales en cualquier ambiente de trabajo. Esperamos que este artículo haya arrojado luz sobre la situación de terrorismo laboral en Volaris y sirva como llamado a la reflexión y a la acción para mejorar las condiciones laborales en la compañía y en la industria en general.

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